“El contexto demográfico del país y sus consecuencias exigen una solución urgente. Al 2050 más de un 30% de la población será adulta mayor. Se requiere un desarrollo de políticas públicas acorde a esta nueva realidad”.
Dr. Miguel Luis Berr
Director del Programa de Envejecimiento Activo y Saludable
_Contexto
Hoy casi el 15% de la población chilena es mayor de 60 años, y se calcula que para el año 2050 esta cifra aumentará al 35%. La actual situación demográfica de nuestro país, en que las expectativas de vida bordean los 80 años, requiere del desarrollo de políticas públicas coherentes con esta nueva realidad.
En la Década del Envejecimiento Saludable los equipos de la Universidad de Chile y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Karelia se unieron para desarrollar una estrategia que involucra a las Universidades, Municipalidades, Comunidades y los Sistemas de Salud y Educación, para modificar desde la infancia los estilos de vida de la población con el fin de fomentar un envejecimiento activo y saludable.
La Universidad de Ciencias Aplicadas de Karelia cuenta con una vasta experiencia en materia de envejecimiento activo, la que será traspasada a los líderes locales para convertirlos en continuadores de las innovaciones que se logren introducir.
Curaco de Vélez
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Quinchao
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Chonchi
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Castro
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Curaco de Vélez • Quinchao • Chonchi • Castro •
_Nuestros pilares
Control y Prevención
Liderado por los doctores Rafael Jara y Miguel Luis Berr del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Ciudades amigables
Liderado por la arquitecta de la Universidad de Chile María del Pilar Barba en conjunto con Fundación Cohousing.
Nutrición y Salud
Liderado por las doctoras Cecilia Albala y Nelly Bustos del Instituto de Nutrición y Tecnologías de los Alimentos (INTA).
Actividad física
Liderado por la profesora Natalia Altamirano de la Universidad de Los Lagos.
Salud mental
Liderado por el doctor Rafael Jara del Departamento Cardiovascular del Hospital Clínico de la U. de Chile.
_Impacto
El Programa de Envejecimiento Activo y Saludable (EAS) genera un impacto transformador en las comunidades al promover hábitos que aseguren una buena calidad de vida, sin dependencia, sin enfermedades y que permita la actividad plena de las personas para beneficio personal, familiar y de su comunidad.
Al contribuir al bienestar integral de las personas, EAS aporta en la disminución de gastos en salud tanto personales como estatales, fortaleciendo la fuerza laboral y generando un efecto positivo en las pensiones. Factores que en su conjunto, fortalecen sustancialmente las condiciones de vida de la tercera edad.